Hidrogeno verde y país Cleantech
Andrés Meirovich Managing Director Genesis Ventures
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Andrés Meirovich
Hoy todos hablan de hidrogeno verde. ¿De dónde viene este boom y cuáles son las ventajas para Chile?
Todo nace desde algunos años, cuando en busca se reemplazar a los combustibles fósiles, ya que son altamente contaminantes entre otras externalidades negativas. El proceso no es nuevo, pero con la consolidación, principalmente, de las energías solares y eólicas, hizo que el insumo para producir el H2 fuese más barato y a la vez ecológico.
Chile, con una política de Estado que viene de hace al menos 10 años, ha sido un actor muy relevante en cambiar su matriz de energía a una cada vez mas limpia.
Un informe de la consultora McKinsey, mostró que Chile por sus condiciones solares y de viento, podría llegar a producir uno de los Hidrógenos mas baratos en el mundo. Esto desató la muy inteligente estrategia tanto del Ministerio de Energía, Bienes Nacionales y Corfo para promover a Chile como destino de inversión. En los últimos meses, hemos visto infinidad de anuncios de proyectos, lanzamientos fondos de inversión y distintos tipos de inversionistas calificados mirando a Chile.
Esto es una noticia extraordinaria, ya que puede ser una gran fuente de recursos y de desarrollo para el futuro de nuestro país. Escuchando a los asesores económicos de los candidatos a la presidencia de Chile, ambos equipos manifiestan la importancia de desarrollar esta industria de forma importante para los próximos años. Enhorabuena.
Pero esto no solo puede traer un impacto positivo a la industria de la energía, sino que también el desarrollo del hidrógeno verde nos debe iluminar para poder potenciar el desarrollo de startups asociadas al mundo Cleantech. Chile, al tener (potencialmente) un número importante de plantas de H2, y con el desafío de hacer más escalable y económico el proceso, atraerá a miles de startups del mundo que querrán probar sus tecnologías en nuestras plantas piloto. Según el Financial Times, solamente en los últimos 12 meses se han invertido más de $40 mil millones de dólares en empresas emergentes asociadas a Cleantech.
Seguramente Chile ha capturado muy poco de ese valor. Tenemos hoy la oportunidad única de tener una ventaja competitiva con una fuerte barrera de entrada para ser el Silicon Valley de las tecnologías limpias y así poder capturar una buena parte del valor antes mencionado.
Podemos hacer una revolución en los próximos años, pero para eso debemos respondernos algunas preguntas.
¿Cómo atraemos a los mejor fundadores? ¿Tenemos la industria financiera necesaria para poder capitalizar estas llegadas? ¿Cómo podemos seguir vinculándonos con los grandes hubs de mundo en este ámbito (Israel, Alemania, Francia, USA)? ¿Cómo vamos a promocionar a Chile en los próximos años? ¿Tenemos una estructura tributaria/ legal acorde para atraer grandes capitales?
Resolver estas dudas podría allanarnos el camino hacia convertirnos en una potencia mundial de Cleantech, y evitar que en un futuro estemos lamentando haber desperdiciado otra oportunidad.